El programa Mis Años Dorados estableció un protocolo de protección para los beneficiarios de los Centros de Atención Permanente en respuesta a las recomendaciones de las autoridades de prestarles protección especial a los adultos mayores. Este sector de la población corre mayor riesgo de presentar complicaciones graves a causa del COVID-19.
En los centros ubicados en el departamento de Guatemala y Sacatepéquez se atienden a personas mayores de 60 años en situación de abandono, pobreza o pobreza extrema.
Preocupados por mejorar su calidad de vida y evitar el contagio de COVID-19 se creó un sistema de respuesta a la emergencia que incluye un protocolo de ingreso, desinfección, cuidado a la salud y capacitaciones constantes.
El acceso a los centros fue restringido y solo se permite el ingreso al personal estrictamente necesario, el cual debe portar mascarilla de manera correcta y desinfectar calzado y manos antes de ingresar. Además, se conformaron turnos de cinco días para evitar que los trabajadores y beneficiarios al contagio se expongan al contagio.
Para mantener los centros libres del virus se realizan fumigaciones constantes en bodegas y procesos de desinfección de los centros en general. De esta forma también se busca eliminar vectores (mosquitos) portadores de dengue, chikungunya y zika.
Los centros cuentan con médicos y enfermeras permanentes para la evaluación de los beneficiarios y de presentarse alguna emergencia el traslado de los adultos mayores se hará con equipo especial de protección (mascarilla, guantes, zapatones y batas) y coordinación con hospitales nacionales.
Finalmente, personal del programa Mis Años Dorados se encuentra en constante capacitación para el uso correcto de mascarilla, lavado de manos y los protocolos de limpieza que se implementan.